En la oscuridad del cuarto
dos lentejuelas brillantes
reflejan el blanco brillor
de la pantalla con el editor de texto
Vacío sin ideas
comienza a escribir
raquiticas líneas
con ganas de desistir
Desesperado por ahogar los pensamientos
que aquella barata botella de licor de mora
no podía sacar de sus cimientos
es un suplicicio que de fin no conoce hora
Sin poder dormir, teclea, el niño rata
a su derecha de la pared, del laberinto de la cuartería
se escucha sin parar el ronquido de alguna jeta
a su izquierda, una pareja amándose entre la porquería
¿Que inspiración pude tener un pobre diablo
en medio de tanta pobreza?
no sale de su cabeza ningún vocablo
no sale de su corazón mas que aspereza
Con costo el rasgado de teclas
a juntado estas pobres frases
que suman la peor de las mezclas
nada sale de esos embarres
El alcohol al fin hace efecto
se cierran los ojos llorosos
es hora de dar fin a este luto
el fin de vanos impulsos
Mañana cuando despierte
con la cabella inundada de dolor
habrá olvidado todo inconsiente
de que es un pobre perdedor