El bejuco

Hablaba con un compañero de trabajo, el me dijo que ocupaba crecer, yo le dije que ocupaba salir a la calle, que siendo empleado lo único que iba a crecer era su empleador, me contó de todos aquellos fracasados de la U, que ahora son emprendedores, mientras que nosotros años de años siendo empleados.

Mi papá, desde que estaba pequeño, me enseñó una lección que siempre he pensado ha sido muy valiosa, el siempre habla con refranes, con parábolas, con indirectas, el me decía en la vida uno no puede soltar un bejuco sin tener otro agarrado. Que los monos nunca se caen porque hacen eso. Y la verdad el tipo tiene mucha razón, aunque es irónico que una persona que nunca ha tenido un trabajo estable, emitiera ese criterio. Mi consuelo siempre ha sido que los consejos no salen de las personas que los practican, si no de las personas que los quieren practicar o que sufrieron por no practicarlos. Es decir, no ves pastores abstemios de toda la vida hablando de alcoholismo, siempre son ex alcohólicos que encontraron la buena senda y ya no lo son, realmente lo son, solo son abstemios porque si prueban un trago volverían a ser alcohólicos. Tampoco vas a narcóticos anónimos a que el tipo que nunca fue drogadicto te cuente lo bueno que es no consumir drogas, ¿quién podría ser tan cruel de restregarme en la cara lo bien que le va?, lo que llegas es a sentirte menos mal de que alguien ha estado peor que tu por estar consumiendo drogas y que aún tienes esperanzas de salir de eso porque no has caído tan bajo.

El tema es que debido a que mi papá siempre fue tan inestable en lo laboral… yo soy un mono pegado con cola, goma, cemento, epoxi, a mi bejuco, tanto es el temor de perder mi trabajo y repetir el patrón de mi padre que perdí esa noción de arriesgarme y llevo ocho años siendo empleado de la misma empresa, en un estado de confort que ya no me está gustando. Y no lo tomen mal, amo la empresa donde trabajo, está llena de cosas maravillosas, es la empresa líder en la región, si quiero algo mejor tendría que irme a otro país. El tema no es la empresa, no tiene nada de malo, el problema soy yo, que se siente satisfecho de resolver un problema en 5 segundos y que la gente maravillada te adule: “este bastardo que todo lo sabe”, de contestar el teléfono y ya saber la respuesta al problema sin que te digan nada y que al decírtelo… tuvieras razón. Es ese estado de confort engañoso, mas mis 33 años de vida y mis 16 años de experiencia, que van pesando mas, que te hacen pensar que no te van a contratar en otro lado porque ya estas viejo.

La verdad es que la vida no debería estar llena de bejucos, está llena de lianas y tu y yo deberíamos ser como Tarzán, el tipo se lanza de liana en liana confiando en su instinto, y mientras avanza surca el aire suelto hasta que atrapa la próxima liana, sin miedos, sin temores. Los emprendedores son así, actúan de manera instintiva, se caen y se levantan, corren riesgos, y cuando logran el éxito, vuelven a arriesgarse. Podríamos decir que por eso Tarzán es el héroe, atravesando la selva, conquistando mujeres y venciendo a los malos, y no Chita que sigue petrificada en su bejuco.

Pero que putas voy a saber yo de eso, no soy alcohólico ni emprendedor… Mañana tengo que ir a trabajar…